Hace un par de días, hice un test de creatividad. Un reactívo tenía las siguientes instrucciones: "relata todas las consecuencias posibles de un hecho improbable. Imaina que un perro te pide la hora por la calle... ¿y luego qué pasa?". Bueno, aquí está. Sólo tenía 5 minutos para responder a la pregunta, y no me alcanzó para escribir todo lo que se me ocurrió, así que aquí , como es mi espacio, lo pondré todo. ¿Seré creativo? Ustedes juzguen.
Primero me sorprendí, porque encontré un perro que habla. Luego, en un segundo, me pregunté "¿por qué quiere la hora un perro? ¿acaso trabaja o qué demonios?" Quise preguntarle estas y otras cosas, pero parecía tener mucha prisa. Pensé que podría encontrarlo otro día por esa misma calle, más o menos a la misma hora e invitarle un café para platicar.
Yo creo que hay mucho que aprender de los perros, siempre saludan con mucho gusto a las personas que conocen bien. Les gusta jugar y parece que nunca se aburren de los mismos juegos Además, cuando se sienten atraídos hacia un perro del sexo opuesto, no vacilan en acercarse a socializar e intentar... bueno, ya sabemos lo que intentan. Y si son rechazados, no se deprimen ni se enojan. Sólo se quedan un poco reflexivos durante un rato y después vuelven a jugar.
Obviamente cuando le conté esto a quien más confianza le tengo no me creyó. Comenzó pensando que era una de mis habituales bromas y que comenzaría a reir en cualquier momento. Cuando pasó un rato y me vio serio, convencido de que la historia que le contaba era verdad, su rostro reveló algo de preocupación. Me dio esta tarjeta con su nombre y es por eso que estoy aquí, mi querido psicoanalista...
No comments:
Post a Comment