Google es Dios

Hoy por la tarde estuve platicando con un compañerito de mi escuela. El pobre tenía una crisis existencial que no alcancé a entender muy bien. Creo que estaba angustiado porque ni él  mismo sabía quién era. O sea, que no tenía claro qué onda con el futuro de su vida o algo por el estilo. El chiste es que uno de sus comentarios me sorprendió bastante. Dijo que tenía ganas de ver videos de gatitos haciendo cosas lindas.

Supongo que es bastante lógico pensar que eso relaja, o que al menos es algo que difícilmente podría alterarnos. Pero más sorprendente fue lo que me dijo después. Dijo que You Tube y Google siempre tenían buenas sugerencias para él, y muy adecuadas a sus gustos. Pensémoslo por un momento. Parece que hay alguien que sabe mejor que él mismo quién es, y ese alguien es Google, que conoce sus intereses, sus preocupaciones y sus pecados.

No es una idea descabellada si lo analizamos bien. Antes la gente pedía ayuda a Dios, porque él es omnisapiente. En cambio, ahora, cuando necesitamos algo, consultamos directamente a Google, quien nos dirige, generalmente, a uno de los santos con mayor culto de nuestra religión on-line: Wikipedia. ¡Cuánta fe le tenemos a Google! Es nuestro dios que se encarga de organizar nuestra vida con Google Calendar, guía nuestro andar con Google Maps, nos conecta con nuestros seres queridos con Google +, aunque aún preferimos Facebook.

Para muchos de nosotros, Google es una herramienta cotidiana. En ocasiones nos ha sacado de apuros académicos, nos ha sacado de alguna duda, o nos ha entretenido un buen rato cuando estamos aburridos. Siempre se oyen comentarios al respecto, que Facebook y otras redes sociales, e incluso los teléfonos celulares, facilitan la comunicación, pero manteniendo la distancia entre las personas. Ahora me doy cuenta de que Google ha sustituido a los sabios, a las bibliotecas y a los dioses.


Regla No. 14

Nunca será igual escuchar el consejo de un amigo que buscar frases de motivación en Google.



No comments:

Post a Comment