¿Les ha pasado que van por la calle y ven a un montón de personas con expresiones distintas? Algunas se ven con prisa, otras aburridas, también hay quienes van riendo con sus recuerdos o cargando con sus tristezas. También hay algunas personas que van sin expresión alguna en el rostro. No me refiero a las personas que van pensativas o reflexionando sino a las personas muy muy serias. Creo que yo mismo soy un poco así. Me lo ha dicho mucha gente.
En fin, uno puede ir por la vida viendo en los demás sus expresiones o la ausencia de expresión. Pocas veces me he sorprendido cuando hago eso. La última vez fue cuando vi a una chica con un ramo de flores que no se veía enojada, así que supuse que no recibió esas flores de parte de su novio como señal de arrepentimiento. Tampoco se veía feliz, así que supuse que no había sido una ocasión especial ni un detalle espontáneo. Más bien se veía como si ni siquiera notara que llevaba un ramo de flores en las manos. ¿Podría ser que ella le llevara flores a su pareja? No, no se veía como si tuviera esos nervios bonitos, previos a darle una sorpresa a su ser amado.
Luego, recordé que yo mismo no soy muy expresivo y que pocas veces la gente que no me conoce se da cuenta de mi estado de ánimo o de mis sentimientos. Deduje, entonces, que probablemente me estaba pasando lo mismo que a otras personas les pasa cuando me ven. Pensé que quizá esa chica, igual que yo, no tiene el rostro más expresivo del mundo. Y que quizá está profundamente enamorada. Sólo que no se le nota como a muchos otros.
Regla No. 23
Es difícil conocer el interior de las personas.
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Luego, recordé que yo mismo no soy muy expresivo y que pocas veces la gente que no me conoce se da cuenta de mi estado de ánimo o de mis sentimientos. Deduje, entonces, que probablemente me estaba pasando lo mismo que a otras personas les pasa cuando me ven. Pensé que quizá esa chica, igual que yo, no tiene el rostro más expresivo del mundo. Y que quizá está profundamente enamorada. Sólo que no se le nota como a muchos otros.
Regla No. 23
Es difícil conocer el interior de las personas.